Sábado, 27/04/24

Términos sánscritos

Dharana, concentración: Al mantener el flujo de la atención sobre un objeto aparece dharana, la concentración de la consciencia. Así pues, dharana es la preparación idónea para que dhyana, el estado de meditación, sobrevenga de modo natural.

Dhyana, meditación: La meditación es un flujo constante de observación en el que emerge sakshi, la consciencia testigo. La concentración deja paso a la observación consciente del objeto, la cual es desapegada por parte del sujeto. Dhyana es la preparación para el estado de samadhi.

Samadhi, contemplación: Samadhi es un estado constante de contemplación en el que el sujeto, el objeto y el conocimiento se convierten en uno, dando lugar al estado de atyantika pralaya, la absorción-disolución integral de la individualidad.

Samadhi no es un trance, tal y como entiende este término Occidente, ni un estado de hipnosis, ni un fenómeno paranormal. Tampoco es algo que tenga relación con el mundo sensorial o psíquico. Según la etimología tradicional, samadhi designa una identidad consciente y trascendente que, al superar la fase de dharana, la concentración, y de dhyana, la meditación, se resuelve en un flujo constante, ininterrumpido y espontáneo de consciencia desprovista de fluctuación.

Pralaya, absorción-disolución: Retorno por absorción al estado inmanifestado. También significa la disolución del mundo al final de un kalpa o día de Brahma, donde se produce la disolución exterior o de las formas.

Pralaya corresponde al estado de sushupti, el sueño profundo sin ensueños o inconsciencia, donde lo material se absorbe en lo inmaterial. Lo cual no constituye una definitiva destrucción, sino la inmersión en un estado latente (laya), desde el cual la entidad individual absorbida puede volver a emerger, o no (samsara).

 

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Términos sánscritos – 04/05