SALUDO AL SOL – SURYA NAMASKAR

El Saludo al Sol consiste en una secuencia de 15 asanas (posturas) concatenadas entre sí para formar un ejercicio dinámico que se suele realizar, a modo de calentamiento al inicio de la sesión de Hatha Yoga (yoga físico).

Sus múltiples efectos benefician a todo el organismo, ya que fortalece y estira músculos y tendones, al tiempo que moviliza las articulaciones. También estimula órganos, vísceras y todos los diferentes sistemas corporales (circulatorio, respiratorio, endocrino, digestivo, excretor, nervioso, inmunológico, etc.)

Aunque el Saludo al Sol se compone de 15 asanas, en realidad, ya se ejecute rápida o lentamente, los movimientos deben enlazarse unos con otros de forma continua, evitando dar tirones o realizar paradas. De este modo es como llega a convertirse en un movimiento constante y fluido que transita por las diferentes asanas.

Diferentes tipos de Saludo al Sol

Existen tantas variantes del saludo al sol como profesores y escuelas. Básicamente todos constan de las mismas 15 posturas; tan sólo varía el orden y la forma en que se realizan.

En cualquier caso, a diferencia de la práctica de las asanas que es estática, el Saludo al Sol se realiza de forma dinámica y activa, concatenando las diferentes asanas siempre al ritmo de la respiración.

Este último detalle es importante ya que, sea cual sea el estilo de yoga que se realice, su práctica precisa de un excelente nivel de atención, pues hay que sincronizar el movimiento con la respiración.

De todos modos, cualquiera que sea la práctica o actividad que se lleve a cabo, siempre debiera de evitarse su realización mecánica o distraída.

A través de sus equilibrados y serenos movimientos, el Saludo al Sol integra el cuerpo, la mente y la respiración en una totalidad plena de armonía y consciencia.

Número de vueltas

En realidad, la realización de las 15 asanas constituirían la mitad de una vuelta. Para realizar una vuelta completa habría que repetir los mismos movimientos con la pierna contraria, con el fin de equilibrar ambos hemisferios cerebrales y, por extensión, ambos lados del cuerpo. De este modo, una vuelta completa constaría de 30 asanas, 2 series de 15.

El número de vueltas a realizar dependerá del grado de entrenamiento del practicante y de las necesidades del momento.

Un término medio de 6 vueltas completas constituye una excelente preparación para una sesión de Hatha Yoga. Sin embargo, para un principiante, 2 ó 3 vueltas podrían ser suficientes.

Ritmo y velocidad del movimiento

Durante el ejercicio no debieran de producirse cortes, tirones ni cambios bruscos de ritmo. La velocidad del movimiento puede variar, de forma progresiva, de acuerdo con la resistencia del practicante y las necesidades del momento.

Si el cuerpo está rígido es preferible comenzar de forma lenta, atendiendo a los detalles técnicos de cada asana y a la respiración. Y poco a poco, a medida que los músculos, tendones y articulaciones van calentándose, imprimir de forma gradual un ritmo más rápido.

En cualquier caso, siempre es conveniente evitar forzar o que el ejercicio se convierta en una competición con uno mismo.

Cansancio y receptividad

Si aparece cansancio o respiración forzada, conviene realizar una pausa al completar la vuelta y continuar una vez recuperado.

Después de una secuencia de saludos al sol es conveniente practicar unos minutos de relajación en la postura de Shavasana (postura del cadáver).

Hay que aprovechar este tiempo para realizar algunas respiraciones yóguicas completas y observar todas las repercusiones que el ejercicio ha producido a nivel físico, mental y emocional.

El tiempo de relajación se aprovecha para desarrollar la escucha y receptividad sobre el cuerpo, los pensamientos y las emociones que pudieran surgir.

Después de realizar 6 vueltas de saludo al sol, 2 ó 3 minutos de relajación debieran de ser más que suficientes para producir una total recuperación.

Meditación activa

El sol es un símbolo que representa la luz interior que todos llevamos dentro. Inclinarnos para saludarlo es un ejercicio de profundo respeto y reconocimiento hacia esa luz que somos. Los movimientos de doblar y desdoblar son, en realidad, un tributo a la creación.

Al desarrollar un elegante flujo de movimiento armonizado por la respiración, estas posturas enlazadas llegan a convertirse en una meditación en movimiento. Tradicionalmente los yoguis lo ejecutan al alba.

Al comienzo puede resultar complejo, pero rápidamente el cuerpo aprende la secuencia. Es conveniente permitir que sea el cuerpo el que “memorice” la secuencia y no el Centro Intelectual. El cuerpo dispone de memoria celular y, en este caso, es el encargado de “aprehender” el orden de las diferentes asanas.

Equilibrio energético

En el aspecto energético, el Saludo al Sol regula e incrementa el flujo de las energías vitales y, en el aspecto mental, proporciona un profundo estado de serena receptividad.

Si la ejecución es lenta, y se realiza priorizando la atención sobre los diferentes detalles técnicos de las asanas que lo componen, se estará desarrollando la energía mental, también denominada energía “lunar”.

Si, por el contrario, el ritmo adquirido en la ejecución del Saludo al Sol es rápido y vigoroso, -pudiendo llegar a incluir saltos-, se estará desarrollando la energía vital o “solar”.

Ambos tipos de energía (mental y vital, “lunar” y “solar”), son las que se activan y equilibran en la práctica del Hatha Yoga, el Yoga del Equilibrio.

Al Hatha Yoga se le denomina así debido a que una de sus funciones principales es la de proporcionar equilibrio entre ambos tipos de energía.

Reseña Histórica

Algunas Escuelas de Yoga consideran el Saludo al Sol como un vestigio del Yoga Antiguo, en el que se cree que las diferentes asanas no eran estáticas, tal y como se las practica en la actualidad, sino enlazadas entre sí formando una danza.

La frontera entre el Yoga Antiguo y el Yoga Clásico la estableció Patanjali cuando en el siglo III a.C  escribió los Yoga Sutras.

Sin embargo, la práctica del Saludo al Sol es contemporánea, pues se desarrolló durante el pasado siglo XX por el político hindú Bala Sabih Vahaban, que lo ideó en el año 1929, basado en  el “Vyaya” (práctica de luchadores profesionales para desarrollar masa muscular al tiempo que flexibilidad).

Obtuvo gran popularidad en 1937, cuando la periodista británica Louise Morgan vivió en el palacio del Rajah de Aundh (Estado de Maharastra – India), quién era un ferviente partidario del Saludo al Sol y de quien aprendió esta serie.

Ella se encargó de escribir el texto de la explicación de esta práctica en el libro «The Ten-Point Way to Health (by The Rajah of Aundh), 112 pág. y 20 ilustraciones, y la hizo publicar, pagado por el mismo Bala Sahib, al año siguiente (1938) por J.M. Dent & Sons de Londres.

Después del final de la Segunda Guerra mundial, la secuencia del Saludo al Sol se difundió en USA, y después, en el resto de Occidente. Incluso llegó a creerse que se trataba de una práctica yóguica antigua, proveniente de algún tipo de linaje espiritual.

A fecha de hoy, la rutina de Surya Namaskar (Saludo al Sol) de Bala Sahib Vahaban, continúa siendo el ejercicio cardiovascular preferido por los antiguos luchadores de la India como un método seguro para mantener su forma física y flexibilidad.

Sea como fuere, el caso es que el Saludo al Sol es una práctica excepcional en la que se movilizan y tonifican absolutamente todos los músculos del cuerpo y que, por lo tanto, no debe de faltar al comienzo de ninguna sesión de Hatha Yoga.

Beneficios de su práctica

  • Puede ser practicado por cualquiera, solo o en grupo, en cualquier estación del año, puesto que se puede realizar tanto al aire libre como en una habitación.
  • Su práctica ocupa tan solo unos minutos.
  • No limita su acción a una parte del cuerpo. Por el contrario, actúa sobre el conjunto total del organismo.
  • No cuesta nada, no exige equipo ni material costoso: basta un espacio de dos metros cuadrados.
  • Tonifica el sistema digestivo, dilatando y comprimiendo sucesivamente el abdomen, proporcionando un masaje a las vísceras (hígado, estómago, bazo, intestino grueso y delgado, riñones), activa la digestión, elimina el estreñimiento, evita la dispepsia… etc.
  • Refuerza la cintura abdominal y mantiene a los órganos en su lugar.
  • Posibles obstrucciones sanguíneas en los órganos abdominales son eliminadas.
  • Sincronizados el movimiento y la respiración, ventila los pulmones a fondo, oxigena y desintoxica la sangre, gracias a la expulsión masiva de CO2 y otros gases nocivos a través de las vías respiratorias.
  • Aumenta la actividad cardíaca y la irrigación sanguínea por todo el organismo, lo que es importante para la salud.
  • Combate la hipertensión y la hipotensión arterial, las palpitaciones y calienta las extremidades.
  • Tonifica el Sistema Nervioso Central, gracias a las elongaciones y flexiones sucesivas de la columna vertebral.
  • Regulariza las funciones del Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático.
  • Favorece la conciliación del sueño.
  • Mejora sensiblemente la memoria.
  • Aparta las preocupaciones habituales típicas de los estados de ansiedad, devolviendo la serenidad.
  • Las células nerviosas se recuperan más lentamente que las demás, pero la práctica asidua logra reestablecer paulatinamente su funcionamiento regular.
  • Estimula y normaliza la actividad de las glándulas, reequilibrando el Sistema Endocrino.
  • Gracias a la hiperoxigenación de la sangre, refresca la epidermis. La piel elimina una gran cantidad de toxinas, porque el ejercicio bien hecho produce una ligera transpiración antes que aparezca el sudor.
  • La epidermis refleja la salud: la tez se ilumina, la piel bien irrigada se rejuvenece.
  • Mejora la musculatura de todo el cuerpo: cuello, hombros, brazos, muñecas, dedos, espalda, riñones, cintura abdominal, muslos, pantorrillas, tobillos, etc.
  • Elimina la hipertrofia muscular.
  • Fortalece la espalda gracias a su método simple, pero eficaz.
  • Mejora el funcionamiento del Sistema Renal.
  • Modifica el aspecto del busto de la mujer, contribuyendo a su apostura. El pecho se desarrolla normalmente y se vuelve firme y elástico por la estimulación de las glándulas y el reforzamiento de la musculatura pectoral.
  • Regula la actividad del útero y de los ovarios, suprimiendo las irregularidades menstruales y los dolores.
  • Previene la caída del cabello y reduce la tendencia al encanecimiento.
  • Contrarresta el nefasto efecto de los tacones altos, del calzado demasiado estrecho, de los cinturones, cuellos de camisas y demás prendas de vestir que oprimen el cuerpo.
  • Previene los pies planos.
  • Refuerza los tobillos.
  • Suprime los “barriletes” adiposos, especialmente la grasa “de lujo” del abdomen, caderas, muslos, cuello y mentón.
  • Gracias a la compresión rítmica de las glándulas tiroides y paratiroides, reduce la prominencia anormal de la manzana de Adán en la garganta.
  • Elimina malos olores corporales, expulsando las toxinas por sus conductos naturales: intestinos, riñones, piel, pulmones.
  • Refuerza el Sistema Inmunológico, aumentando la inmunidad a las enfermedades.
  • Reduce el exceso de grasa.
  • Proporciona gracia y soltura a los movimientos y prepara a la práctica de los deportes en general.
  • Suscita y mantiene un espíritu juvenil.
  • En resumen, el Saludo al Sol, procura la salud, la fuerza, la eficacia y la longevidad a la que todos los seres humanos tienen derecho.

“Surya Namaskar, practicado lealmente y con perseverancia, sin ser una panacea, gratifica a sus adeptos con una soberbia salud, una energía vibrante, y devuelve una nueva juventud a las personas de edad. Mi propia vida y la de los míos, es un canto de felicidad gracias a Surya Namaskar”.

Rajah Rajah de Aundh

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