3 de septiembre – 2022

Yoga Terapéutico

La palabra Yoga viene del sánscrito “Yuj”, que significa unión. Unión del cuerpo-mente-espíritu, unión entre tú y yo, unión entre el yo esencial y Eso. Al final, todo aquello que une y no disgrega se convierte en una práctica yóguica.

Si nos basamos en esa unión primera que hemos nombrado de cuerpo, mente y espíritu, podemos vislumbrar hacia dónde se dirije el Yoga Terapéutico, ya que este tipo de práctica contempla al individuo de una manera holística, como un todo en sí mismo.

El Yoga Terapéutico se fundamenta en la adaptación de la práctica del Yoga a las diferentes características biomecánicas del practicante, teniendo en cuenta que manas, los pensamientos y emociones, influyen en el cuerpo. Al tornarse el practicante consciente de tal proceso, es posible influirlo en un principio y transcenderlo al final, para así sentir que es mucho más que cuerpo, pensamientos y emociones.

Esta práctica jamás provoca dolor. Si aparece el dolor, el cuerpo se contrae. Y, si existe contracción el Yoga desaparece. Por el contrario, buscamos la adaptación amorosa de los asanas a las distintas capacidades, utilizando apoyos y/o variantes para conseguir aquello que buscamos, que en cada caso será diferente.

Esta práctica es un trabajo en equipo entre practicante y profesor. El profesor trabaja dentro de un equipo multidisciplinar, por lo que es posible  que otros profesionales de la salud intervengan si se los considera necesarios. Al tratarse de una labor en equipo, el practicante queda implicado al requerir de su compromiso con la práctica adaptada sugerida, la cual tendrá modificaciones conforme a la evolución del proceso.

El Yoga Terapéutico es una sólida e importante ayuda a la hora de descubrir las diferentes posturas corporales que pueden estar dañando el organismo para al tomar consciencia, poder modificarlas.

Llegados a este punto surge la siguiente pregunta: ¿Qué patologías, dolencias o alteraciones puede tratar el Yoga Terapéutico?

 

  • Hernia discal
  • Hipercifosis
  • Hiperlordosis lumbar o cervical
  • Rectificación lumbar, torácica o cervical
  • Artrosis de columna, cadera o rodilla
  • Osteoporosis
  • Ciática
  • Condromalacia rotuliana
  • Prótesis de cadera y rodilla
  • Síndrome subacromial
  • Fascitis plantar
  • Espolón calcáneo
  • Tendinitis
  • Epicondilitis (codo de tenista)
  • Epitrocleitis (codo de golfista)
  • Lesiones deportivas
  • Escoliosis
  • Etc…

 

De forma general, las sesiones serán una vez cada quince días, aunque las excepciones puedan llevar a ser una vez a la semana. El Yoga, sea en la modalidad que sea debe de adaptarse siempre a la persona, y no al revés. La duración de cada sesión será de una hora y cuarto, siendo la primera consulta de mayor duración a fin de estudiar en profundidad el caso que nos ocupa.

Si estás en una clase grupal de Hatha Yoga, puedes tener una sesión individual a fin de poder adaptar de manera individualizada tu práctica y evitar lesiones. Esto sería ideal para comenzar o continuar una práctica de Yoga sana y sin riesgos.

Si quieres trabajar de manera más focalizada sobre alguna lesión, estamos disponibles a estudiar tu caso. Trabajaremos juntos. ¿Te animas?

 

 

+ info: Natalia López, e-mail: natalia@silenciointerior.net

 

 

27 de abril – 2022

Yoga & Salud

Lo habitual es que el ser humano comience el sendero de la consciencia tornándose en primer lugar consciente de su cuerpo. Además, cuando el cuerpo está dolorido por alguna patología, sobreesfuerzo o una inadecuada postura, si se está en el camino, paradógicamente observaremos cómo tal dolencia es una ayuda para la toma de consciencia.

De esta manera, el cuerpo se ve convertido en una primera barrera a sortear. Sin embargo, después de un tiempo será el primer apoyo, pues aquello que vemos y con lo que convivimos es lo que nos va a facilitar el viaje al interior para alcanzar la consciencia del Sí mismo, donde la contemplación sobreviene de manera natural.

Conviene recordar que la salud no es sólo del cuerpo, sino también del alma.

 

Diente de león en flor

 

Diente de león en vilano

 

Diente de león sin semillas, espacidas por el aire

 

El diente de león, cuando es flor, se caracteriza por una presencia vistosa de color amarillo brillante y grandes hojas. Sin embargo, cuando se convierte en vilano es totalmente aéreo, de manera que le permite transportarse por el espacio hasta que sus múltiples semillas son depositadas en otro lugar para que nazca una nueva flor.

De alguna manera, esta flor es una alegoría que representa la esencia opacada por la personalidad. ¿Te atreves a descubrirla?

+ info: Natalia López, e-mail: natalia@silenciointerior.net

 

 

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Sobre las Extensiones

 

 

Yoga & Salud