Sábado, 20/04/24

La otra orilla

“No teníamos nada que hacer y nos ha dado tiempo a todo.”

Refrán popular

Una vez que se ha sintonizado con el Ser, no queda nada más por hacer, nada que buscar, ningún sitio a donde ir… hemos llegado a “la otra orilla”, hablando en términos alegóricos. Las técnicas han conseguido su propósito y por ello quedarán relegadas a un segundo plano por mostrarse innecesarias a partir de ahora.

Llegar a la otra orilla es sinónimo de plenitud, de reencuentro con el Sí mismo. Por eso, el sendero que lleva al Absoluto se lo considera un periplo, comienza y termina en el mismo punto. Es una circunferencia cerrada. Tal figura geométrica simboliza que, en realidad, no existe ningún tipo de camino; Eso siempre está, pero se lo ha olvidado.

¿Qué más se puede buscar cuando se ha hallado el origen, la causa primigenia, el principio real de la existencia; no de la realidad ilusoria creada a través de las proyecciones mentales, fruto de un ego arropado de aparente personalidad, sino de aquello que es Uno sin segundo, constante y permanente, y por ello también eterno e infinito.

 

Silencio Interior – Escuela

info@silenciointerior.net

 

 

 

La otra orilla 20/04