Miércoles, 30/04/25

Vivekananda, la alegría del discernimiento

«¡No te muevas! No molestes a los demás.»

Bárbara Kosen, maestra Zen

¿No es maravilloso tener semejante Conocimiento que nos ayuda a discernir, a separar lo falso de lo verdadero? Máxime en tiempos inestables, como los que nos ha tocado vivir. Momentos de aparente transición en los que la incertidumbre planea sobre nuestras mentes, activando los clásicos temores del Centro Instintivo y despertando miedos propios de un ego que añora certidumbre, la cual termina deviniendo como absurda al revelarse de naturaleza mental.

En efecto, disponer de viveka, -y aplicarlo, no basta sólo con saberlo de modo intelectual-, es el mayor bálsamo que podemos encontrar para cuando la mente se agite debido a los asuntos del mundo exterior, propios de un devenir que bien poco, o nada, tienen que ver con el Trabajo interno de reconectar con nuestra esencia, la cual gusta de mecerse en la sedosa textura del Ser. 

Así pues, si tienes este Conocimiento, úsalo con inteligencia, tanto en tu propio beneficio como en el de los demás, aportando tu presencia de ser luminosa. Y sobre todo, evita distraer con ridículas impresiones externas, propias de la maya-matrix, a aquellos que luchan por mantenerse en contacto con su esencia. 

Aprovecha pues, una vez más, todo lo que sucede en la periferia para reconectar con el núcleo de tu ser. Deja a un lado lo impermanente, por transitorio, para abrazar aquello constante que hay en ti y que eres. Evita el extravío en asuntos que, contemplado desde la perspectiva adecuada, nada tienen que ver contigo.

 

Silencio Interior – Escuela

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Vivekananda, la alegría del discernimiento – 30/04