Sábado, 24/05/25
Protocolos médicos
Da exactamente igual quién te creas ser, el impacto con la medicina alopática actual te va a despertar de tu ensoñación al tratar a tu cuerpo como a una simple máquina, quizás como lo que es. Aunque tu ego prefiera creerse ser diferente, verás cómo tarde o temprano la medicina te devuelve a una realidad olvidada: vives en una máquina.
Si te ha interesado el sendero del autoconocimiento al punto de caminarle, es posible que hayas descubierto que, aunque vivas en una máquina, no eres tal máquina. Eres la consciencia que se encuentra más allá del pensamiento y las emociones. Y por supuesto, del cuerpo en el que habitas y que, por experiencia, ya sabes que no eres.
Pero, todo esto a la ciencia médica le importa bien poco, por no decir nada. Llegado el momento, aplicarán los protocolos establecidos sin tener en cuenta tu forma de sentir la vida y de relacionarte con el mundo. Dará igual, según sea el síntoma se aplicará la misma actuación irreflexiva y mecánica, y por ello, también inconsciente.
¿Acaso es esto Medicina? Se ataca al efecto sin tener en cuenta la causa. Se mira la parte sin observar el todo. La visión holística de los padres de la Medicina se ha perdido en la noche de los tiempos. No obstante, afirman estar en posesión del conocimiento haciéndose llamar “doctores”. Curiosa paradoja, pues “doctor” significa: Aquél que quiere saber más.
¿Qué más se puede aprender si se ciñen a protocolos preestablecidos? ¿Cómo es posible avanzar así en el conocimiento? Ellos mismos se autolimitan al centrarse sólo en el cuerpo, generalizando algo que siempre es diferente de por sí: la expresión de la vida. Cada cuerpo es único. No existen dos cuerpos iguales. Parecidos, sí. Iguales, nunca.
Quizás puedan tratar a la enfermedad, pero han olvidado al enfermo. Una medicina así está condenada al fracaso, pues ha perdido el fundamento principal: la humanidad.
Silencio Interior – Escuela
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