Miércoles, 25/05/25

Profundidad de la Conciencia

Dada su infinitud, la profundidad de la consciencia se la puede asimilar con la de un océano en el que, conforme se profundiza se diluye más y más, hasta desaparecer. Y, una vez disuelto en Eso que Es, pueda descubrir su autentica naturaleza. En vez de ser aquello -ego y persona-, que ingenuamente creía ser, se descubre a sí misma como la Totalidad.

Para entonces, la palabra «consciencia» pierde la “s”, transformándose en Conciencia. Tal estado impersonal es de semejante pureza que los tres estados –jagrat, vigilia, swapna, subconsciente, o sueño con ensueños, y sushupti, inconsciente, o sueño sin ensueños-, quedan disueltos también, aunque quizás mejor sería decir: absorbidos por aquello que Es.

En tal disolución no queda nada ni nadie. Se ha regresado al estado anterior al nacimiento. No obstante, en su necesidad de etiquetar, la mente ha denominado turiya a tal “estado sin estado”. Aunque, a fin de cuentas, no deja de ser una palabra más en la que poder extraviarse. ¿Dónde no existe el extravío? Viviendo en la profundidad de la Conciencia.

 

Silencio Interior – Escuela

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Profundidad de la Conciencia – 25-06