Miércoles, 01/10/25
Lo más natural
A finales de diciembre del 2019 trajeron a la consulta a una niña de 14 años asustada por lo que, según contó, era un evidente despertar espiritual a través de su energía kundalini. Después de una tranquila conversación, donde pudimos intercambiar impresiones al respecto, traté de tranquilizarla, pues estaba asustada e inquieta con la experiencia del despertar de la energía que experimentó como una fuerza poderosa que, según afirmaba, ascendía desde abajo hacia arriba.
“No te preocupes, se trata del despertar de la energía espiritual que hay dormida en todos nosotros. Si te vuelve a suceder, lo cual es posible, trata de vivir tal experiencia permaneciendo muy consciente de ti misma, por ejemplo a través de la respiración. ¿Quieres que practiquemos la concentración en la respiración?”. La negativa fue la respuesta, pero a cambio de una pregunta: «¿Por qué sucede esto?». Estaba claro que había inquietud.
“Es algo natural. A muchas personas les sucede, especialmente cuando se encuentran en edad de transformaciones hormonales, como puede ser tu caso. No necesariamente ha de suceder así, pero suele ser bastante habitual. Por ejemplo, algo bastante similar me ocurrió cuando tenía 13 años. Sin embargo, en mi caso no tuve a quien acudir para preguntar por lo que me había sucedido, motivo por el que me vi obligado a investigar por mi cuenta”.
Su respuesta me sorprendió. “Ya. Pero tú eres del siglo pasado ¿no?”. Es como si al cambiar de siglo y de milenio, las nuevas generaciones creyeran ser diferentes de las anteriores. Así, tras varios instantes de silencio, donde pude observar la gracia que me hizo la apreciación, valoré entre dar la respuesta que me vino o, por el contrario, continuar tratando de tranquilizarla. Opté por la segunda opción. Me parecía más adecuada que responderla que «la consciencia es eterna, por lo que carece de edad». Quizás podría haber sido excesivo para su comprensión, o quizás no. Es posible que me encontrara ante un alma madura que aún no había sido descubierta.
Así las cosas contesté: «Tanto en el siglo pasado, como en éste, y también en los anteriores y en los venideros, la naturaleza del ser humano es siempre la misma. Seguirá habiendo despertares espirituales y experiencias como la tuya. El que decidas investigar al respecto o no, ya es cosa tuya. Si no lo haces, la experiencia se diluirá en la memoria y en no mucho tiempo quedará enterrada como un recuerdo más. Si, por el contrario, decides hacerlo, todo un campo de posibilidades se abrirá ante ti. Es tu elección.”
Tras un tiempo de silencio mutuo decidí dar por finalizada la consulta tratando de mantener el ánimo tranquilizador. “Comprende que esto es tan natural como tener la regla. Alguien, posiblemente tu madre, te informó de lo que un día le sucedería a tu cuerpo, y también te dijo que era algo natural. Pues, igual sucede con las experiencias espirituales, de alguna manera también son naturales. Quizás sean lo más natural, aunque no se te haya prevenido con respecto a ellas. Acéptalas como lo que son: la puerta a un infinito de posibilidades.”
Silencio Interior – Escuela
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