Sábado, 21/06/25
La luz de la consciencia
La luz de la consciencia ilumina y crea el mundo. Cuando la luz se apague… ¿adónde va el mundo? Desaparecerá como si nunca hubiese existido. En su lugar, una nueva dimensión aparecerá. En realidad, siempre estuvo ahí, aguardando a ser visitada. Sin embargo, los sentidos, la mente, el ego, la personalidad… impiden su percepción.
Semejante dimensión es lo que en verdad somos, nuestra auténtica y común naturaleza. Todos somos ya Eso, oculto detrás del mundo ilusorio que, aunque muestre apariencia real, sucede gracias a la luz de la consciencia que todo lo ilumina y crea. Tal luz es el pálido reflejo de esa otra dimensión también conocida como Dios, Brahmán, Atman, el Ser…
Aunque preferimos el término Eso, por carecer de atributos, ya que Eso es de naturaleza inefable. No se lo puede percibir con los sentidos ni con la mente. Dada su cualidad metafísica no existe palabra que lo pueda encorsetar, siendo más grande que lo más grande y, al mismo tiempo, más pequeño que lo más pequeño.
Eso es «Uno sin segundo» y lo mismo para todos, sin excepción. No está fuera ni dentro, arriba o abajo, a la derecha o la izquierda. No pertenece a ninguna religión ni filosofía. Se trata más bien de un estado carente de estado, es de naturaleza indefinible. Se lo descubre al discernir entre lo que no es para captar aquello que Es, más allá de creencias y emociones, palabras y conceptos.
En realidad, a Eso no se lo puede percibir ni experimentar, tan sólo se lo puede ser.
Silencio Interior – Escuela
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