Miércoles, 23/07/25

Contemplar desde el Corazón

«La profundidad es lenta. Requiere tiempo, contemplación y silencio».

Shambhu

El ego anhela nuevas experiencias constantemente; es lo que le hace sentirse vivo. Tales experiencias pueden ser cumbre o valle. Aunque no lo parezca, lo cierto es que al ego le da igual reír que llorar, pues lo único que le importa es sentirse vivo. Y, aunque sus mecanismos son abundantes -y muy interesantes de descubrir-, los principales métodos utilizados son el placer o el dolor.

De esta forma, y por extraño que pueda parecer, es posible encontrar a personas que encuentran su felicidad en la infelicidad. Ciertamente, la libertad es un estado conformado de infinitos caminos, tantos como seres humanos, y todos ellos han de ser respetados, incluido aquél que parece encontrar sentido a la existencia a través de la vivencia de experiencias dolorosas. 

Por ello, es importante saber encontrar una visión diferente, no solo por opuesta, sino por profunda en vez de superficial. Una visión contemplativa, donde lo cotidiano pueda ser vivenciado desde una arista de percepción diferente. ¿Qué la hace diferente? El contacto con el observador. Sería la visión desde la esencia o alma. O sea, contemplar desde el Corazón.

Una vida vivida desde el Ser, más allá de capas superficiales, compuestas por emociones e ideales, que tan sólo garantizan la supervivencia del ego, puede parecer a los ojos ignorantes una vida anodina. Pero, muy por el contrario, es una vida plena gracias a su autenticidad. El velo de la apariencia ha sido erradicado. La falsedad no le interesa al Corazón, sólo la verdad.

¿Quién osará vivir así?

 

Silencio Interior – Escuela

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Contemplar desde el Corazón – 23/07