Sábado, 07/06/25

Centro Instintivo & Centro Intuitivo (y, 3)

Desequilibrio

Proyectarse en el mundo material es un desatino. Error igual que hacerlo en el mundo espiritual. Ambos mundos no dejan de ser una creación de maya, la ilusión primordial. En ambos casos, se produce un profundo desequilibrio de difícil solución, salvo por medio de la comprensión.

Siguiendo la enseñanza del clásico ejemplo de la tradición Advaita, donde se confunde la visión de una cuerda con una serpiente, los mundos material y espiritual, extremos opuestos de una misma naturaleza, son meras superposiciones que impiden la percepción de lo Real.

Por este motivo, tanto lo material como lo espiritual son jardines en los que extraviarse y olvidarse del estado de Turiya, el cuarto estado, el cual se corresponde con lo Real y es anterior a la materia y al espíritu. Entonces…, si todo es una ilusión ¿a qué es preciso poner energía?

Ciertamente, dedicarse a obtener bienes materiales, virat, o a la búsqueda de Dios, Isvara, no lleva a la autorrealización de nuestra auténtica y común naturaleza, la cual ya se ha dicho que es anterior a estos mundos, o cualquier otro microcosmos o cosmovisión que pueda generar la mente.

Por ello, es preciso ir más allá más incluso del Dios creador o demiurgo, pues no deja de ser un intento más de explicar lo inexplicable, misterio inefable e inaccesible para la mente y los sentidos. Se hace pues imprescindible ir a la dimensión divina existente en el interior de cada ser.

En su deseo por encontrar una explicación al misterio que le rodea y del que forma parte, el hombre imagina una nueva cuarta, quinta, etc. dimensión, a la que aplica el concepto de Dios. O bien, en el extremo opuesto, el hombre llega a la conclusión errada de que más allá no hay nada.

En ambos casos el error es evidente, ya que ambos mundos se desarrollan dentro del Cubo de Maya-Matrix, de donde emergerán coordenadas, leyes y definiciones a las que atenerse. Es decir, límites con los que acotar la mente, haciendo sentir seguro al ego. Todo ello no es más que el producto de la imaginación, por lo tanto carece sentido.

¿Quieres comprobar como todo lo leído es cierto? Bastará con observar cómo el ego se revuelve, mientras te dice que no es verdad lo que lees, que no puede ser cierto. Es lógico que el ego se revuelva. Aceptar semejante realidad implica su disolución, es decir: el ego desaparecería. ¿Qué quedaría entonces? Eso eres.

 

Silencio Interior – Escuela

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Desequilibrio (y, 3) – 07/06