Sábado, 14/09/24
La muerte, un tránsito
«La muerte no es nada más que el abandono de un vestido gastado».
Swami Paramananda
Desde la base del tronco, como si de volutas de humo se tratara, asciende por la columna vertebral la sutil pero poderosa energía kundalini. En su trayectoria hacia la cabeza disuelve emociones y pensamientos. La respiración se ralentiza hasta casi desaparecer, igual que la consciencia individual queda disuelta en la Conciencia pura.
En tal disolución, la consciencia individual del observador desaparece, es decir: se muere. A cambio, una paz infinita ocupa el lugar de la individualidad. Surge al comprender que el momento de la disolución es, al mismo tiempo, el momento de mayor plenitud de toda la existencia. Al volver a casa, un orgasmo a nivel cósmico nos espera.
El momento de la «noche oscura del alma», tan temida por el ego, es también el momento de la gran comprensión. Momento de éxtasis y dicha total, consecuencia de una expansión de la consciencia hacia el Infinito. Consciencia y energía se expanden hasta desaparecer en una aparente nada que, sin embargo, todo lo contiene.
En realidad, la tan temida muerte, tal y como se nos ha dicho, hemos creído y se la suele entender, no es más que el tránsito a otra dimensión.
Silencio Interior – Escuela
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«La petite mort hace referencia al periodo refractario que sucede al orgasmo. Habitualmente, este término ha sido interpretado para describir a la pérdida del estado de conciencia o desvanecimiento posorgásmico.»
Fuente: Wikipedia